Anunciado en cadena nacional en el Día Internacional de la Mujer, y aclamado como un compromiso en el marco de la nueva campaña de ONU Mujeres “Demos el paso”, el 9 de marzo la Presidenta de Brasil Dilma Rousseff firmó una nueva ley que tipifica el femicidio –los asesinatos de mujeres por razones de género– y establece penas más duras para los responsables de este crimen. Notando que un promedio de 15 mujeres son asesinadas cada día en Brasil por el simple hecho de ser mujer, la Presidenta calificó el tema como “una question de género”.
La nueva legislación modifica el código penal para definir como ‘femicidio’ a cualquier crimen que involucra la violencia doméstica, discriminación o desprecio hacia las mujeres y que resulta en su muerte. Imponiendo penas más duras, de entre 12 a 30 años de prisión, la ley también incluye penas de prisión más largas para delitos cometidos contra mujeres embarazadas, niñas menores de 14 años, mujeres mayores de 60 años, y mujeres y niñas con discapacidad. Brasil es la 16ª nación latinoamericana a incluir la ley de feminicidio en su marco jurídico nacional.
“Es necesario destacar que el feminicidio es el asesinato de mujeres por ser mujeres en un círculo vicioso de violencia y tortura y donde se degrada la identidad femenina”, dijo la Representante de ONU Mujeres en Brasil, Nadine Gasman, señalando que “esta ley refuerza el compromiso político asumido por la Presidenta con el país; un compromiso de cero tolerancia a la violencia de género y priorizar los derechos de las ciudadanas en el sentido de empoderamiento e igualdad”.
El proyecto de ley fue una iniciativa del Parlamento brasileño a partir del trabajo de la Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación sobre la omisión del poder público sobre violencia hacia las mujeres y buscará garantizar la aplicación de la Ley Maria da Penha de 2006 sobre la violencia doméstica. Luego de ser aprobado en diciembre de 2014 por el Senado, el proyecto de ley tipificando el feminicidio como calificador del asesinato de mujeres en el Código Penal fue adoptado por la Cámara de Diputados el 3 de marzo de 2015.
En Brasil, entre 1980 y 2010, fueron asesinadas más de 92 mil mujeres. Según el Mapa de la Violencia de 2012, el número de muertes de mujeres en ese periodo ha pasado de 1.353 hasta 4.465, representando un aumento de 230 por ciento. De acuerdo a un informe producido por el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos en conjunto con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Brasil ocupa la 7ª posición en un ranking internacional de asesinato de mujeres.
Preparando a las y los profesionales
Desde agosto de 2014, ONU Mujeres, la Secretaría de Políticas para las Mujeres de Brasil y la Embajada de Austria han estado coordinando con operadores de derecho, justicia y policía para adaptar en Brasil el Modelo de Protocolo Latinoamericano para Investigación de las Muertes Violentas por Razones de Género.* Este instrumento proporciona directrices e instrumentos para apoyar la labor de las personas responsables de la investigación y persecución penal de la muerte violenta de mujeres por razones de género.
No solo se basa en elementos teóricos −esenciales para entender la dimensión de género de las muertes violentas de mujeres− sino que recoge la experiencia y los aprendizajes de más de 200 expertas y expertos de 18 países de toda América Latina y Europa que participaron en un extenso proceso consultas de varios años para lograr su redacción. El proceso fue coordinado por ONU Mujeres y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en el marco de la campaña del Secretario-General “ÚNETE para poner fin a la violencia hacia las mujeres”.
De momento, varios países de América Latina están trabajando o han mostrado interés en adaptar el Modelo de Protocolo. Por sus altas tasas de violencia y por la disposición existente, Brasil fue seleccionado como el primer país piloto de la región para la incorporación del Protocolo en sus normativas y directrices nacionales, para investigar y coleccionar evidencia y pruebas materiales de asesinatos para los procesos jurídicos.
Para adaptar el Protocolo regional a nivel nacional, se formó un Grupo de Trabajo Interinstitucional compuesto por 10 profesionales – policías, peritas y peritos, fiscales, defensoras y defensores públicos y magistradas/os – representantes de diferentes regiones brasileñas. En diciembre de 2014 se llevó a cabo la primera cita del Grupo de Trabajo, donde debatieron procedimientos, rutinas y flujos de procesos sobre asesinatos de mujeres.
Participante por primera vez en el debate técnico sobre feminicidio, el perito criminal Hebert Boson, con actuación en João Pessoa, capital del estado de Paraíba, considera que el protocolo de investigación de muertes violentas de mujeres por razones de género va a exponer las debilidades de la pericia sobre la cuestión de género, lo que significa oportunidad de aprendizaje y mejorías en el trabajo de investigación.
“Nosotros, como pericia criminal, vamos a intentar de materializar ese hecho para garantizar una investigación más robusta y penas más justas”, concluyό el Sr. Boson.
Las y los profesionales siguen discutiendo como adaptar sus prácticas, tarea que cobra aun mayor relevancia y urgencia con la aprobación de la nueva ley de femicidio.
Fuente: ONU Mujeres