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Anunciado en cadena nacional en el Día Internacional de la Mujer, y aclamado como un compromiso en el marco de la nueva campaña de ONU Mujeres “Demos el paso”, el 9 de marzo la Presidenta de Brasil Dilma Rousseff firmó una nueva ley que tipifica el femicidio –los asesinatos de mujeres por razones de género– y establece penas más duras para los responsables de este crimen. Notando que un promedio de 15 mujeres son asesinadas cada día en Brasil por el simple hecho de ser mujer, la Presidenta calificó el tema como “una question de género”.
La nueva legislación modifica el código penal para definir como ‘femicidio’ a cualquier crimen que involucra la violencia doméstica, discriminación o desprecio hacia las mujeres y que resulta en su muerte. Imponiendo penas más duras, de entre 12 a 30 años de prisión, la ley también incluye penas de prisión más largas para delitos cometidos contra mujeres embarazadas, niñas menores de 14 años, mujeres mayores de 60 años, y mujeres y niñas con discapacidad. Brasil es la 16ª nación latinoamericana a incluir la ley de feminicidio en su marco jurídico nacional.
“Es necesario destacar que el feminicidio es el asesinato de mujeres por ser mujeres en un círculo vicioso de violencia y tortura y donde se degrada la identidad femenina”, dijo la Representante de ONU Mujeres en Brasil, Nadine Gasman, señalando que “esta ley refuerza el compromiso político asumido por la Presidenta con el país; un compromiso de cero tolerancia a la violencia de género y priorizar los derechos de las ciudadanas en el sentido de empoderamiento e igualdad”.
El proyecto de ley fue una iniciativa del Parlamento brasileño a partir del trabajo de la Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación sobre la omisión del poder público sobre violencia hacia las mujeres y buscará garantizar la aplicación de la Ley Maria da Penha de 2006 sobre la violencia doméstica. Luego de ser aprobado en diciembre de 2014 por el Senado, el proyecto de ley tipificando el feminicidio como calificador del asesinato de mujeres en el Código Penal fue adoptado por la Cámara de Diputados el 3 de marzo de 2015.
En Brasil, entre 1980 y 2010, fueron asesinadas más de 92 mil mujeres. Según el Mapa de la Violencia de 2012, el número de muertes de mujeres en ese periodo ha pasado de 1.353 hasta 4.465, representando un aumento de 230 por ciento. De acuerdo a un informe producido por el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos en conjunto con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Brasil ocupa la 7ª posición en un ranking internacional de asesinato de mujeres.
Preparando a las y los profesionales
Desde agosto de 2014, ONU Mujeres, la Secretaría de Políticas para las Mujeres de Brasil y la Embajada de Austria han estado coordinando con operadores de derecho, justicia y policía para adaptar en Brasil el Modelo de Protocolo Latinoamericano para Investigación de las Muertes Violentas por Razones de Género.* Este instrumento proporciona directrices e instrumentos para apoyar la labor de las personas responsables de la investigación y persecución penal de la muerte violenta de mujeres por razones de género.
No solo se basa en elementos teóricos −esenciales para entender la dimensión de género de las muertes violentas de mujeres− sino que recoge la experiencia y los aprendizajes de más de 200 expertas y expertos de 18 países de toda América Latina y Europa que participaron en un extenso proceso consultas de varios años para lograr su redacción. El proceso fue coordinado por ONU Mujeres y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en el marco de la campaña del Secretario-General “ÚNETE para poner fin a la violencia hacia las mujeres”.
De momento, varios países de América Latina están trabajando o han mostrado interés en adaptar el Modelo de Protocolo. Por sus altas tasas de violencia y por la disposición existente, Brasil fue seleccionado como el primer país piloto de la región para la incorporación del Protocolo en sus normativas y directrices nacionales, para investigar y coleccionar evidencia y pruebas materiales de asesinatos para los procesos jurídicos.
Para adaptar el Protocolo regional a nivel nacional, se formó un Grupo de Trabajo Interinstitucional compuesto por 10 profesionales – policías, peritas y peritos, fiscales, defensoras y defensores públicos y magistradas/os – representantes de diferentes regiones brasileñas. En diciembre de 2014 se llevó a cabo la primera cita del Grupo de Trabajo, donde debatieron procedimientos, rutinas y flujos de procesos sobre asesinatos de mujeres.
Participante por primera vez en el debate técnico sobre feminicidio, el perito criminal Hebert Boson, con actuación en João Pessoa, capital del estado de Paraíba, considera que el protocolo de investigación de muertes violentas de mujeres por razones de género va a exponer las debilidades de la pericia sobre la cuestión de género, lo que significa oportunidad de aprendizaje y mejorías en el trabajo de investigación.
“Nosotros, como pericia criminal, vamos a intentar de materializar ese hecho para garantizar una investigación más robusta y penas más justas”, concluyό el Sr. Boson.
Las y los profesionales siguen discutiendo como adaptar sus prácticas, tarea que cobra aun mayor relevancia y urgencia con la aprobación de la nueva ley de femicidio.
Fuente: ONU Mujeres
Fuente: ONU Mujeres
(Ciudad de México, 7 de diciembre de 2014) En su primera visita oficial a México la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, participó en compañía de altas autoridades del gobierno federal, el poder legislativo, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe en la sesión inaugural del Encuentro Nacional de sobre Presupuestos con Perspectiva de Género.
En su discurso la Sra. Mlambo-Ngcuka agradeció a Lorena Cruz Sánchez, Presidenta de INMUJERES la invitación del gobierno y destacó la continua y fructífera colaboración entre las dos entidades. Resaltó los logros alcanzados por México en lo que se refiere a las instituciones y leyes relacionadas con la igualdad entre mujeres y hombres, incluyendo la reforma política que establece la paridad de género en rango constitucional. Señaló también el liderazgo de México en lo que respecta a estadísticas de género.
Ante legisladoras y legisladores de las comisiones para la Igualdad de Género y Presupuesto, así como titulares de los mecanismos para el adelanto de las mujeres de los 32 Estados y el Distrito Federal, el congreso nacional y los congresos locales, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres pidió comprometerse con la adopción de políticas que tengan un impacto a nivel local, y que estén apoyadas por presupuestos con perspectiva de género capaces de impactar efectivamente en la vida de mujeres y niñas.
Resaltó como los grandes retos la representación de las mujeres en puestos de liderazgo y toma de decisiones, así como el empoderamiento económica de la mujer. Hizo un llamado a aprovechar la oportunidad que la convergencia del 20º aniversario de la aprobación de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing y la definición de la nueva agenda de desarrollo para después de 2015 ofrece. “No podemos permitirnos el lujo de perder el potencial de una nueva generación de mujeres” enfatizó la Sra. Mlambo-Ngcuka y convocó a México a aprovechar este momento global para que la paridad se haga realidad en el periodo electoral de 2015.
Al finalizar la inauguración del Encuentro Nacional la Directora Ejecutiva se reunió con el Secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, para analizar los principales aspectos de la agenda internacional en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres. El Canciller Meade se sumó a la campaña HeforShe, un movimiento solidario por la igualdad de género. Señaló que México está comprometido a impulsar una perspectiva de inclusión social y económica ya que la igualdad de género es un asunto que compete a todas y todos. Asimismo, el Canciller Meade se comprometió a impulsar junto a ONU Mujeres el liderazgo en materia de género en la cooperación Sur-Sur en la región y el mundo.
También se sumaron a la campaña Senadores de la Republica, encabezados por el Presidente de la Mesa Directiva, Miguel Barbosa, así como el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juán Silva Meza. Durante el encuentro en el Senado, la Sra. Mlambo-Ngcuka hizo un llamado a los hombres como defensores y partícipes a favor de la igualdad de género. “Sé que las mujeres han trabajado mucho y se han entregado por la causa pero si los hombres no ponen de su parte no conseguiremos nuestro objetivo fundamental. Por eso ONU Mujeres ha lanzado la campaña HeForShe”.
Al Presidente de la Suprema Corte de Justicia lo felicitó por el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que le fue otorgado a la Corte en 2013. Coincidieron en la importancia del acceso a la justicia para que las leyes se apliquen y para ello la colaboración en un observatorio de sentencias judiciales desde la perspectiva de género.
En el segundo día de su visita la representante de ONU Mujeres fue nombrada Huésped Distinguida por Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Al agradecer la adhesión del Jefe de Gobierno a “HeforShe” y su compromiso con las mujeres y las niñas la Sra. Mlambo-Ngcuka rememoró a Nelson Mandela en su primer aniversario luctuoso. Recordó el legado y la implacable determinación del activista contra el apartheid y expresidente de Sudáfrica -quien también recibió esta distinción en su visita a México en 1991-, para lograr un mundo donde todos los seres humanos puedan ejercer plenamente sus derechos y vivir como iguales, siendo uno de los más grandes promotores y defensores de la igualdad de género. Se anunció que la Ciudad de México se sumará al programa mundial “Ciudades Seguras”, al cual se han añadido más de 20 ciudades incluyendo Nueva York, Reikiavik y Nueva Delhi.
La Directora Ejecutiva también se reunió con las empresarias y filántropas mexicanas Angélica Fuentes, Presidenta de la Fundación que lleva su nombre y Francesca Salinas, Presidenta de The Women’s Project Foundation para destacar la importancia del rol que puede ejercer el sector privado para acelerar el empoderamiento económico de las mujeres, terminar con la violencia contra la mujer y ayudar a ONU Mujeres a alcanzar sus metas. La Fundación Angélica Fuentes anunció la donación de USD 1 millón de dólares para financiar programas enfocados al empoderamiento social, económico y político de las mujeres. The Women’s Project Foundation lanzará el proyecto “El deporte como arma” que en conjunto con ONU Mujeres promoverá desde la temprana edad una cultura de respeto y no violencia.
El respaldo del sector privado fue individual y colectivo. El Pacto Mundial en México, que cuenta con más de 600 organizaciones y empresas adheridas, a través de Gustavo Pérez Berlanga, Presidente del Comité de Empresas de la red mexicana del Pacto Mundial y acompañado de representantes de diversas empresas mexicanas y transnacionales con presencia en Mexico, firmó la campaña “HeforShe”. El Pacto Mundial México es el más grande de América Latina y el primero en comprometerse a promover entre todas las empresas asociadas esta iniciativa de ONU Mujeres.
Asimismo, la Directora Ejecutiva participó en la inauguración del Primer Foro Nacional de Mujeres Indígenas. Pese a la discriminación y la marginación de las que frecuentemente son objeto, las mujeres indígenas han demostrado su capacidad y liderazgo para actuar como defensoras de los derechos humanos, adoptar decisiones y ponerlas en práctica. Ellas han sido desde la creación de ONU Mujeres en 2010 importantes aliadas y consejeras desde la sociedad civil.
En el marco del Foro la Sra. Mlambo-Ngcuka hizo un llamado a la solidaridad con los pueblos y las mujeres indígenas para que la igualdad y no discriminación sea una realidad en cada una de sus comunidades.
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En el año 2000 se estrenó la película “La Familia de mi Novia”, cuya historia trata de un joven enfermero quien debe cumplir el requisito para casarse, de conocer y ser aprobado por la familia de su novia. La experiencia es desastrosa y todo lo que puede salir mal, sale mal. El final, por si no la han visto, lo omitiré en este artículo. Sin embargo, traigo a colación esta película dado que, en una escena, el papá -interpretado por Robert De Niro- le está enseñando las profesiones a su primer nieto con ilustraciones de cada oficio; el punto que quiero destacar es que hace mofa de la profesión de enfermero, que viene sólo en un género: el de mujer. Aunque graciosa la escena, surge una pregunta: ¿por qué sólo mujer? ¿Por qué las profesiones como ingeniería, leyes y administración son representadas generalmente con hombres? ¿Por qué las profesiones como enfermería o la docencia de preescolar son usualmente representadas con mujeres? ¿Qué tanto este estereotipo se apega a la realidad?
El reporte más reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), “The ABC of Gender Equality in Education”, muestra un avance en cuestiones de equidad de género en los países de la OCDE. En algunas variables incluso, las mujeres han ganado un mayor terreno que los hombres. Por ejemplo, 56% de los alumnos universitarios en los países de la OCDE son mujeres y, de acuerdo al Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres al evaluar las tres áreas de conocimiento, dado que destacan más(4.5% en mujeres vs 4.2 de los hombres se ubican en el nivel de logro máximo) y reprueban menos (9.3% en mujeres vs 13.7% en hombres se ubican en el nivel de menor desempeño).
En México, las mujeres en promedio estudian más grados y obtienen mejores resultados. Mientras que, a nivel nacional y según los datos del INEE, 33 de cada cien estudiantes que se matriculan en 1º de primaria llegarán al tercer año de bachillerato en tiempo y forma, el porcentaje de las mujeres es de 37%, muy superior comparado con el 30% de los hombres que lo logran (Gráfica 1). Además, las mujeres se encuentran 4.2 puntos porcentuales por debajo de los hombres, en la composición del bloque de estudiantes en niveles de insuficiencia en las tres áreas evaluadas en PISA; es decir, es menos probable que una mujer repruebe en las tres áreas evaluadas. Las mujeres, además, expresan mayores expectativas de crecimiento respecto a sus pares masculinos. Por ejemplo, 63 de cada 100 niñas dijeron que esperan completar un grado universitario, en contraste con 48% de los niños que esperan lograr lo mismo; en el mismo cuestionario, un mayor porcentaje de mujeres manifestó su expectativa de trabajar como gerentes o profesionales, en comparación con los hombres.[1]
Gráfica 1. Porcentaje de alumnos que llegan en tiempo y forma a cada nivel académico, por género
Si las mujeres aprenden más, pasan más tiempo en la escuela, y tienen mayores expectativas, ¿por qué entonces su sueldo en promedio es menor al de los hombres, aún teniendo las mismas capacidades y diplomas? ¿Por qué no tenemos más científicas, ingenieras, abogadas? ¿Por qué, comparativamente, son pocas las mujeres que destacan en áreas de ciencia y tecnología? ¿Por qué en el Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT tenemos sólo 8,245 mujeres contra 15,072 hombres (CONACYT, 2015)? ¿Por qué sólo 30% de los estudiantes en licenciaturas relacionadas a ingenierías, manufactura, construcción y computación son mujeres (ANUIES, 2013)?
Este fenómeno podría deberse no a las expectativas de los estudiantes, sino de sus mismos padres. De acuerdo con la OCDE, en México 34.8% de los niños manifestó que sus padres esperan que trabajen en ocupaciones relacionadas a ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), mientras que solamente 13 de cada 100 niñas expresaron que sus padres esperan que trabajen en estas áreas.[2] La diferencia persiste aún controlando por nivel socioeconómico y desempeño académico. Es decir, no importa de cuál estrato social vengas o qué tan bien o mal te vaya en la escuela: las expectativas de los padres se mantienen intactas, con menor promoción de las niñas hacia los estudios y las profesiones STEM.
Pero no sólo las expectativas de los padres tienen un rol de inhibición y filtro, sino también las de los maestros. Recientes estudios muestran un sesgo de los maestros a favor de los hombres en matemáticas y revelan que al ser evaluadas anónimamente por sus profesores, las mujeres obtenían mejores notas académicas. [3] Es decir, a la hora de calificar a los estudiantes, el hecho de no saber el nombre (y por lo tanto, el género) del estudiante, beneficia más a las niñas que a los niños. Inconsciente pero consistentemente, algunos profesores esperan más de los niños que de las niñas, y a ellas les asignan prejuiciosamente notas menores.
Estas expectativas de los adultos pudieran afectar negativamente la autopercepción de las niñas. En México, según el cuestionario de PISA 2012, mientras que 48 de cada 100 niños manifestaron no sentirse preparados para matemáticas (en otra ocasión lo trataremos con más detalle, pero ése es un porcentaje bastante alto y predictivo del resultado), 58% de las niñas expresaron otro tanto. Esto finalmente provoca que las mismas niñas se alejen de actividades que involucren matemáticas o ciencias. Por ejemplo, de acuerdo al mismo cuestionario, casi el doble de niños participan en clubs de matemáticas (17%) comparado con el porcentaje de niñas que se involucran en este tipo de actividades (8.8%) de acuerdo a este mismo cuestionario. Y si comparamos entidades federativas, la diferencia se profundiza: una niña en Guerrero tiene el doble de probabilidad de reprobar en ciencias que un niño en el Distrito Federal.[4]
¿Qué hacemos? Debemos romper con los estereotipos de “enfermeras mujeres e ingenieros hombres”, y denunciar las asimetrías injustas de acceso, apoyo, pago y reconocimiento, tanto en los espacios escolares como en la academia y los sistemas de empleo y remuneración. Aunque en el mundo se han dado grandes avances en la equidad de género, en México todavía nos falta mucho. El cambio en las expectativas debe venir desde casa, pasar por la escuela y resguardarlo y favorecerlo en las niñas y niños. Estos cambios deben venir también acompañados por cambios en la política laboral y en los paradigmas culturales. Que los empleadores promuevan a sus trabajadores con base al mérito y no al género. Que la mujer no se vea en la encrucijada entre tener hijos o crecer laboralmente. Que el varón no se vea como un simple proveedor de casa, eludiendo las tareas de limpieza y de cuidado. Que en los círculos profesionales y académicos se reconozca por su nombre la discriminación y se destierre. En concreto, trabajemos para que las expectativas de nuestras niñas no se vean reducidas, sino alentadas para que lleguen a donde ellas quieran llegar.
[1] OCDE (2012). Cuestionario del contexto de estudiantes de PISA 2012.
[2] OCDE (2015). “The ABC of gender equality in education: aptitude, behavior, confidence”
[3] IPP (2014). “A helping hand for girls? Gender bias in marks and its effect on student progress”
Flabbi and Tejada (2014). “Gender gaps in education and labor market outcomes in the United States”
[4] OCDE (2012). Resultados de matemáticas en PISA 2012.
Fuente Animal Politico
1. México y el Certificado en Igualdad Laboral y No Discriminación
La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) anunció que estos certificados se otorgarán a los centros de trabajo que cuenten con prácticas de inclusión laboral, igualdad de oportunidades y no discriminación.
Esta medida es parte del convenio que firmó Inmujeres con la Secretaría del Trabajo y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) para el desarrollo de acciones en materia de igualdad laboral y no discriminación.
Según Conapred, en México las mujeres trabajadoras son discriminadas en sus centros de trabajo, en sus niveles salariales y en los requisitos para emplearlas.
Datos de la Secretaría del Trabajo revelan que el 38% de la población económicamente activa del país son mujeres, es decir, más de 6 millones de trabajadoras dentro del sector formal de la economía.
2. Más mujeres en el Congreso de EU y en el Consejo de Seguridad de la ONU
Por primera vez en la historia, el Congreso de Estados Unidos tendrá al menos a 101 mujeres en ambas cámaras, la de Representantes y el Senado. Además, la republicana Mia Love, de 38 años, se convirtió en la primera mujer negra en lograr un escaño en la Cámara de Representantes por el estado de Utah.
Además, también por primera vez, más de un tercio de los 15 asientos del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) serán ocupados por mujeres. Ellas son las embajadoras de Argentina, Jordania, Lituania, Luxemburgo, Nigeria y Estados Unidos.
3. Igualdad de salarios entre hombres y mujeres en las instituciones de EU
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprobó dos órdenes ejecutivas para acabar con la desigualdad salarial de las mujeres que forman parte de las instituciones federales. Es un error que, en promedio, las mujeres ganen 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres, dijo Obama.
El estudio La brecha salarial por género, elaborado por el Instituto de Investigación de Políticas para la Mujer, reveló que al analizar todos los tipos de ocupaciones llegó a esta conclusión: las mujeres latinas son las que menos ganan a la semana -541 dólares-, mientras que las afrodescendientes ganan 606 dólares, las blancas 722 y las asiáticas 809.
4. Marruecos deroga ley que permitía a un violador casarse con su víctima
Durante 50 años, los violadores en Marruecos podían evadir la cárcel si se casaban con sus víctimas, menores de edad. Ya no. El Parlamento marroquí derogó el artículo 475 del Código Penal después de dos años de debates.
La jurista Hakima Fasi Fihri explicó que este artículo data de 1962, cuando existía mayor preocupación por proteger el honor de las familias que por prevenir violaciones.
El Parlamento decidió derogarlo después que una chica de 15 años, Amina Filali, se suicidó por haber sido obligada a casarse con el hombre que la violó y sufrir maltratos.
5. Túnez aprueba Constitución que consagra los derechos de las mujeres
Esta Constitución, llamada “la más avanzada del mundo árabe-musulmán”, establece que hombres y mujeres son iguales ante la ley, sin discriminación, y tienen los mismos derechos y deberes.
Según el artículo 20 de la Constitución tunecina, el Estado debe “garantizar los derechos adquiridos por la mujer”, “la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer” y “la paridad en las asambleas electas”.
Amira Yahyaoui, fundadora de la organización Al Bawsala, dijo que “todo esto dice con claridad al mundo musulmán que el lugar de las mujeres en la sociedad y el respeto de sus derechos no son ya sólo un concepto occidental”.
6. Más allá del masculino y femenino, India reconoce un tercer género
La Suprema Corte de la India resolvió que las personas transgénero son un tercer género y pueden ser legalmente reconocidas así en sus documentos oficiales. Además, con elecciones nacionales en puerta, en los formatos para elegir a sus candidatos ya pudieron identificarse como tercer género.
Además, a principios de enero de 2015 Madhu Bai Kinnar fue electo y se convirtió en el primer alcalde transgénero en la India.
7. Malasia anula ley que discriminaba a las personas transgénero
La Corte de Apelaciones de Malasia decidió anular una ley Sharia que prohibía el travestismo y permitía a la policía detenerlos. La Corte declaró inconstitucional la ley y la vetó por violar los derechos de vivir con dignidad, ganarse la vida y afectar su libertad.
La organización Human Rights Watch publicó en 2014 un reporte llamado “Tengo miedo de ser una mujer: la violación de los derechos humanos contra las personas transgénero en Malasia” y reveló que las personas transgénero en dicho país asiático enfrentan persecución policiaca, extorsiones, abusos, violaciones y discriminación para acceder a empleos, salud y educación.
8. Mismos derechos para hombres y mujeres en Irán, al menos en el discurso
El presidente de Irán, Hassan Rohani, conmemoró el Día de la Mujer y llamó a que los hombres y mujeres tengan los mismos derechos. “Según la ley islámica, el hombre no es el sexo más fuerte y la mujer el más débil (…) Las mujeres deben gozar de oportunidades iguales, una protección igual y derechos sociales iguales”.
No obstante, el máximo líder espiritual de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, calificó a la igualdad de género como “uno de los mayores errores del pensamiento occidental”.
9. Mujeres, bienvenidas al esquí
Después de 90 años, las mujeres por fin pudieron competir en la categoría de Salto de Esquí en los Juegos Olímpicos de Invierno, que en 2014 se celebraron en Sochi, Rusia.
La Federación Internacional de Esquí (FIS) consideraba posibles daños a la columna vertebral y al útero.
10. Adiós al modelo patriarcal en Argentina
El “Colectivo de Varones Antipatriarcales” es un movimiento creado por hombres argentinos que buscan repensar el modelo tradicional con el que fueron criados.
“Cuando nos involucramos en cuestiones feministas no lo hacemos en forma solidaria hacia el movimiento de mujeres sino que nos hacemos cargo de que hay varones responsables cuando hay una mujer en una situación de vulnerabilidad”, explicó a BBC Mundo Alejandro Aymú, quien está a cargo de la agrupación de varones antipatriarcales en Buenos Aires.
Fuente Animal Politico
Del reconocimiento de los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminación por razones de sexo, deriva que todo órgano jurisdiccional debe impartir justicia con base en una perspectiva de género , sostuvo el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales.
Agregó que el reconocimiento de los derechos de la mujer a una vida libre de violencia y discriminación y de acceso a la justicia en condiciones de igualdad, exige que todos los juzgados y tribunales del país, impartan justicia con perspectiva de género, que "constituye un método que pretende detectar y eliminar todas las barreras y obstáculos que discriminan a las personas por condición de sexo o género".
Es decir, subrayó que ello implica juzgar considerando las situaciones de desventaja que, por cuestiones de género, discriminan e impiden la igualdad. .
Aguilar Morales dijo lo anterior, al encabezar la ceremonia inaugural de la Semana de Acceso a la Justicia para las Mujeres en la sede del máximo tribunal.
El ministro agregó que el derecho de acceso a la justicia implica que las personas tengan la posibilidad de una adecuada tutela de sus derechos y todas las personas "sin discriminación alguna", puedan gozar de todos los recursos y servicios que garanticen su seguridad, movilidad, comunicación y comprensión de los servicios judiciales que, a su vez, garanticen una justicia pronta y completa.
La igualdad, como fuente interpretativa, obliga a mirar nuestro derecho, sus instituciones y sus actos de aplicación, como destinados a generar igualdad, a garantizar que ocurra y se concrete.
Así, este Alto Tribunal, ha sostenido que del reconocimiento de los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminación por razones de sexo, deriva que todo órgano jurisdiccional debe impartir justicia con base en una perspectiva de género.
Asimismo, el reconocimiento de los derechos de la mujer a una vida libre de violencia y discriminación y de acceso a la justicia en condiciones de igualdad, exige que todos los órganos jurisdiccionales del país impartan justicia con perspectiva de género, que constituye un método que pretende detectar y eliminar todas las barreras y obstáculos que discriminan a las personas por condición de sexo o género, es decir, implica juzgar considerando las situaciones de desventaja que, por cuestiones de género, discriminan e impiden la igualdad..
Concluyó que "la plena igualdad sólo será posible si los hombres nos comprometemos a respetar los derechos de las mujeres y las niñas, a promover su vigencia en todos los espacios y a eliminar la violencia ejercida contra ellas".
Fuente: La Jornada
Apenas pasa un día sin que llegue a las noticias alguna violación de los derechos de las mujeres. En los últimos meses, horrorosos episodios de violencia contra mujeres y niñas, que han ocurrido desde Nueva Delhi hasta Johannesburgo y Cleveland, han provocado la indignación pública y dado pie a reclamos de que se ponga fin a estos espantosos abusos.
En Bangladesh y Camboya, la escandalosa pérdida de vidas de trabajadores del sector textil, muchas de ellas mujeres, desató un debate mundial sobre cómo garantizar empleos seguros y decentes en nuestra economía globalizada. En Europa sigue dando lugar a titulares el impacto desproporcionado que han tenido los recortes de austeridad sobre las mujeres, así como el uso de sistemas de cuotas para que las mujeres ocupen puestos en las juntas corporativas.
Aunque las mujeres han logrado verdaderos avances, los hechos nos recuerdan continuamente que todavía queda mucho por hacer para hacer realidad la igualdad entre hombres y mujeres.
Cuando firmaron la visionaria Declaración del Milenio en el año 2000, las y los líderes mundiales reconocieron que la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas son omnipresentes. Entre los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio incluyeron el que se refiere a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Estos objetivos tienen fecha de cumplimiento en 2015, por lo que ahora estamos en una carrera para alcanzarlos. También nos encontramos en medio de un diálogo mundial acerca de lo que debería reemplazarlos. Ha llegado el momento de que las mujeres salgan de los márgenes y pasen al centro.
En una nueva agenda de desarrollo posterior a 2015, debemos aprovechar los logros de los ODM y a la vez evadir sus carencias. Todas y todos están de acuerdo en que los objetivos han impulsado avances para reducir la pobreza y la discriminación, y promover la educación, la igualdad de género, la salud y el acceso al agua potable y el saneamiento.
El objetivo de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres hizo un seguimiento de los avances en materia de matriculación escolar, participación de las mujeres en el trabajo remunerado y el porcentaje de mujeres en el parlamento, y atrajo la atención mundial al tiempo que estimuló la implementación de medidas diversas. Permitió exigir la rendición de cuentas a los gobiernos, movilizar los recursos necesarios, fomentar la promulgación de nuevas leyes, la ejecución de políticas y programas y la recopilación de datos.
No obstante, hay omisiones manifiestas. Es notorio que falta una referencia a la erradicación de la violencia contra mujeres y niñas. Otros asuntos fundamentales también están ausentes, por ejemplo, el derecho de las mujeres a ser propietarias de bienes y la división desigual de las responsabilidades domésticas y de cuidado de la familia.
Al no abordar las causas estructurales de la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas, el progreso hacia la igualdad se ha detenido. De todos los ODM, el que ha obtenido un menor progreso ha sido el ODM 5: reducir la mortalidad materna. El hecho de que este sea el objetivo más difícil de alcanzar es una prueba de la profundidad y el alcance de la desigualdad de género.
A fin de impulsar un avance mayor, ONU Mujeres propone la adopción de un objetivo independiente que aborde el logro de la igualdad de género, los derechos de las mujeres y su empoderamiento, que se apoye en los derechos humanos y afronte las relaciones de poder desigual. Concebimos tres áreas que requieren medidas urgentes.
En primer lugar, poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas debe ser una prioridad. Desde la violencia sexual en los campamentos de Haití, Siria y la República Democrática del Congo, hasta la violencia a manos de un compañero sentimental en los Estados Unidos y otros países, esta violencia causa daños físicos y psicológicos incalculables. Se trata de una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos y acarrea costos inmensos para las personas, las familias y las sociedades.
En segundo lugar, mujeres y hombres deben tener igualdad de oportunidades, recursos y responsabilidades para que la igualdad sea una realidad. Es preciso abordar con renovada urgencia la paridad del acceso a la tierra y el crédito, a los recursos naturales, la educación, los servicios de salud, incluidos los de salud sexual y reproductiva, el trabajo decente y la igualdad de remuneración. Se necesitan políticas, como las referidas al cuidado de los niños y la licencia maternal o paternal, que alivien la doble tarea de las mujeres con trabajo remunerado, para que mujeres y hombres puedan disfrutar de igualdad en el trabajo y en el hogar.
Y en tercer lugar, es preciso escuchar las voces de las mujeres. Ha llegado el momento de que las mujeres participen en pie de igualdad en la toma de decisiones en el hogar, en el sector privado y en las instituciones de gobierno. A pesar del progreso alcanzado en los últimos años, las mujeres ocupan sólo el 20 por ciento de los escaños parlamentarios y el 27 por ciento de los cargos judiciales. Para que la democracia sea significativa e inclusiva es preciso amplificar las voces de las mujeres y su liderazgo en todos los ámbitos, públicos y privados.
Toda nueva agenda para el desarrollo debe apoyarse en acuerdos de derechos humanos ya firmados por los gobiernos. Esto incluye la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Plataforma de Acción de Beijing de 1995 y las resoluciones de las Naciones Unidas, entre las que se encuentra el reciente acuerdo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer sobre la eliminación y prevención de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas.
Hay abundantes pruebas de que los países donde las mujeres tienen una condición más elevada también disfrutan de mejores niveles de desempeño social y económico. También hay pruebas que pueden orientar a los países sobre lo que en efecto funciona, desde las políticas equitativas en el mercado laboral, hasta la eliminación de leyes y políticas discriminatorias, la universalidad de los servicios de protección social y los servicios sociales, así como las reformas de los sistemas de seguridad y justicia para poner fin a la impunidad de la violencia contra mujeres y niñas. El activismo de los movimientos de mujeres en todo el mundo ha sido fundamental para exigir e impulsar los cambios en todas estas áreas.
Las deliberaciones para dar forma a la agenda para el desarrollo posterior a 2015 ofrecen una oportunidad auténtica para impulsar cambios duraderos en materia de derechos e igualdad de las mujeres. Un objetivo mundial fuerte puede llevar a nuestras sociedades al punto de inflexión de rechazar la violencia y la discriminación contra las mujeres y las niñas, y desplegar el potencial de la mitad de la población, para que podamos tener un mundo más pacífico, justo y generoso y un planeta sostenible.
Fuente ONU Mujeres
El pasado 5 de diciembre, Gustavo Pérez Berlanga, Presidente del Comité de Empresas de la red mexicana del Pacto Mundial se reunió con la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka durante su visita oficial a México.
En el encuentro, acompañado por representantes de las más de 600 organizaciones y empresas adheridas en México, incluyendo Banorte, ICA, Scotiabank, Telefónica, y Toks, el Presidente del Comité de Empresas de la red mexicana del Pacto Mundial, firmó la campaña “HeforShe” de ONU Mujeres, un movimiento solidario que propone involucrar a los hombres y los niños como agentes del cambio para alcanzar la igualdad de género.
Al momento del encuentro “HeforShe” contaba con cerca de 200,000 signatarios a nivel mundial, más de 5,000 de ellos en México.
La Directora Ejecutiva de ONU Mujeres resaltó la importancia de movilizar a millones de hombres, tanto en línea como sobre el terreno, como defensores y partícipes a favor de la igualdad de género para que ayuden a inspirar y servir de ejemplo a aquellos hombres que perpetúan la desigualdad y cometen actos de violencia contra las mujeres.
Esta es la primera ocasión en que una red del Pacto Mundial, la más grande de América, se suma a la campaña, comprometiéndose a dar difusión a la iniciativa entre todas las empresas mexicanas y transnacionales con presencia en México, afiliadas al Pacto. Durante la firma el Sr. Pérez Berlanga dijo que “lo importante no es la firma de la campaña, sino que las cosas sucedan. Cuenten con el apoyo y compromiso personal y profesional para que México sea un referente en el tema”.
El sector privado es un socio clave en los esfuerzos de promoción de la igualdad de género y del empoderamiento de la mujer. Para la creación de economías fuertes que puedan mejorar la calidad de vida de las mujeres, las familias y las comunidades, es fundamental empoderar a las mujeres para que participen plenamente en la vida económica en todos sus sectores.
Investigaciones recientes demuestran que la diversidad de género ayuda a las empresas a mejorar sus resultados. Sin embargo, para garantizar la inclusión del talento, las aptitudes y la energía de las mujeres —desde las oficinas ejecutivas hasta las fábricas y la cadena de suministro— es necesario adoptar medidas y políticas específicamente dirigidas al logro de ese objetivo.
Además del compromiso con HeforShe, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y ONU Mujeres trabajan conjuntamente a nivel global en la implementación de los Principios para el empoderamiento de las mujeres, los cuales ofrecen a las empresas y al sector privado orientaciones prácticas sobre cómo empoderar a las mujeres en el lugar de trabajo, los mercados y la comunidad. Estos principios ayudan a las empresas a crear códigos de conducta empresarial mundial centrados en el empoderamiento, el progreso y la inversión en las mujeres.
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Fuente: ONU Mujeres